Lo que no vestimos los varones ¿o sí?

    Somos muy “vanguardistas” (como todxs) con el tema de las zungas pero claramente algunas cosas, si no fuera por quizás contextos más cómodos, los varones no usamos. Revisando el sitio Linio.cl, en donde he comprado quizás dos cosas en mi vida, me puse a buscar zungas para ver si la oferta es algo distinta a la oferta del mundo físico, y de la cual hemos mencionado en otras ocasiones en nuestro sitio. Las peripecias de conseguir zunga es una realidad en Chile, y no como en Brasil que su visibilidad es muuucho mas que estas latitudes. Ahora bien, si las damos de vanguardistas y proponemos revisar las trancas del chileno/a respecto al uso de zunga.

¿Qué es lo que no usaría (mos)? Primero que nada somos seres sociales por tanto nos guiamos por lo que los demás dicen de nosotrxs. Nadie está fuera o sin relación a aquello, aceptándolo o negándolo. El personaje del cine de Borat Sagidyev (interpretado por Sacha Baron Cohen ) es uno de los personajes que ha popularizado una estética de lo masculino que lo satiriza. También lo hace el personaje de Austin Powers (con el tema del , y el actor Will Ferrell con todos sus personajes poco heteronormativos.

Bueno, Borat – creo- pone en la mesa y plantea revisar la estética del cuerpo masculino al destaparlo de tal manera, ridiculizándolo y al no tener miedo del destape corporal tampoco – y de a mi lectura del personaje – también es un destape de algún elemento central de la masculinidad hegemónica tradicional que se excluye de tales escenas de desvelamiento.  Ciertamente, algunos podrán argumentar que tal lectura de un personaje del cine tiene poca transcendencia real en la cultura y menos entorno lo masculino hegemónico sin embargo no podemos de dejar de lado posibilidades de resignificar tanto los discursos como las prácticas entorno a género, vengan en el formato que vengan.

Volviendo, en el sitio Linio.cl justamente se veían las prendas a vender y no tan curiosamente pudimos ver que esa prenda que usó Borat está puesta en un maniquí. Los otros trajes de baño están con un modelo de carne y hueso pero ese está puesto en un maniquí. Los modelos masculinos probablemente se opusieron a colocarse lo y ser asociado a ello, incluso cuando salen recortados y sin cabeza.

Bueno, que ellos no lo usaran me plantea si Yo la usaría. ¿Lo haría? No, no sé. Ciertamente dependo de las opiniones de los demás pero que lo puedo usar lo puedo usar. Aquí entonces no enfrentamos cuestiones de vergüenza, límites de lo “socialmente” aceptable o no, etc. Fundamentalmente, para mí, es la opinión de las mujeres, y sus respuestas dependen de la noción de lo masculino que ellas tengan. Las acciones de unos se guían por las acciones – y concepciones – de Otr@s. No quiero exculparme ni transferir que otros nos determinan pero algo de eso hay.

Por otro lado, ¿Qué tan disruptivo es usar el cuerpo masculino con otra estética que indica el modelo tradicional masculino? Se puede relacionar con el fenómeno de Spencer Tunick que iba a destapar a Chile y que iba ser el hito inaugural de un Chile menos reprimido y represivo en lo sexual.

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