Purificación… y en zunga
09.06.2024 01:57
Y de repente, aparece ante mí el lugar perfecto… es como que te habla y te dice, detente! Apréciame, disfrútame…
Frente a ese llamado, solo queda salir del camino, del camino trazado de antemano, y dirigirse a experimentar aquello nuevo con curiosidad…
En un minuto ya estoy en zunga, apreciando este río maravilloso, prístino, dorado… y entro en él, se supone que para refrescarme, pero su invitación, al instante, se percibe mucho más allá: es una invitación a la alegría, a la piel, a sentir lo que el agua nos transmite, y aquello también que se lleva de nosotros para dejarnos situados, en plenitud, en el momento presente: un momento de goce, en que se borra todo y se experimenta una purificación y liberación infinitas.
Como no estar contento, en plena naturaleza, en contacto con aquellas fuerzas primordiales?
Cómo no estar dichoso, si la vida me regala un momento de oro puro, si, así, literal, con todos aquellos destellos dorados del sol jugueteando y multiplicándose en el fluir incesante del agua?
Sólo me invita a sentir, a disfrutar, a sentirme tremendamente alivianado de cualquier carga, y a sentir un goce extremadamente agradecido por aquello que te sorprende de un momento a otro, sin pedirlo, sin pensarlo…
Me sentí diría, jugando como un niño… con el agua, con la naturaleza, con el cuerpo… y sólo aquí, en el presente, en aquel estado – momento presente en el que no sobra ni falta nada… que es finalmente, perfecto
Y de repente, aparece ante mí el lugar perfecto… es como que te habla y te dice, detente! Apréciame, disfrútame…
Frente a ese llamado, solo queda salir del camino, del camino trazado de antemano, y dirigirse a experimentar aquello nuevo con curiosidad…
En un minuto ya estoy en zunga, apreciando este río maravilloso, prístino, dorado… y entro en él, se supone que para refrescarme, pero su invitación, al instante, se percibe mucho más allá: es una invitación a la alegría, a la piel, a sentir lo que el agua nos transmite, y aquello también que se lleva de nosotros para dejarnos situados, en plenitud, en el momento presente: un momento de goce, en que se borra todo y se experimenta una purificación y liberación infinitas.
¿Como no estar contento, en plena naturaleza, en contacto con aquellas fuerzas primordiales?
¿Cómo no estar dichoso, si la vida me regala un momento de oro puro, si, así, literal, con todos aquellos destellos dorados del sol jugueteando y multiplicándose en el fluir incesante del agua?
Sólo me invita a sentir, a disfrutar, a sentirme tremendamente alivianado de cualquier carga, y a sentir un goce extremadamente agradecido por aquello que te sorprende de un momento a otro, sin pedirlo, sin pensarlo…
ZUNGUERO CHILENO: Yo en zunga en el rio liberando las cargas gracias a la purificación del agua.
ZUNGUERO CHILENO: Yo en zunga en el rio liberando las cargas gracias a la purificación del agua.
ZUNGUERO CHILENO: Yo en zunga en el rio liberando las cargas gracias a la purificación del agua.
ZUNGUERO CHILENO: Yo en zunga en el rio liberando las cargas gracias a la purificación del agua.
Me sentí diría, jugando como un niño… con el agua, con la naturaleza, con el cuerpo… y sólo aquí, en el presente, en aquel estado – momento presente en el que no sobra ni falta nada… que es finalmente, perfecto
ZUNGUERO CHILENO: Yo disfrutando en zunga en el rio.
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