2020-2021: Viviendo una Pandemia en zunga

06.03.2021 20:54
        Desde hace meses se me ocurrió escribir esta nota. Desde comienzos de la pandemia, cuando nos encerramos, creo que el pudor me lo fue impidiendo, ver el sufrimiento de mis compatriotas y de la humanidad entera, me ponía un freno, una alerta: cómo es posible que pueda describir estar viviendo un goce, en medio de esta tragedia?
 
ZUNGUERO CHILENO: Yo en zunga en mi piscina.
 
 
Y bien, aquí estoy de nuevo, frente a estas líneas, entre esta autocensura por un lado, y la necesidad de compartir las vivencias zungueras, por otro.
Si bien este año no habrá playa, ya que sería una irresponsabilidad conmigo mismo y con la familia salir a exponerse de esa manera, viendo las playas y lugares turísticos y comerciales atiborrados de gente, si hay calor y con ellos las ganas y la oportunidad de andar en zunga todo el día.
ZUNGUERO CHILENO: Yo en zunga en mi piscina junto a mi hijo.
 
ZUNGUERO CHILENO: Yo en zunga en el patio de mi casa junto a mi hija.
 
 
Quizás no mientras trabajo, no vaya a ser cosa que pase un chascarro como algunos de esos de las redes sociales, pero sí durante el resto del día para disfrutar del sol como siempre acostumbro.
 
Así es que puedo decir que este año ha sido bastante zunguero, en el almuerzo, en el patio, con la familia o solo en el descanso. Un buen regalo para sacarse un rato la pandemia y en mi caso, sobre todo el estrés asociado al trabajo on line y la pantalla todo el día.
ZUNGUERO CHILENO: Disfrutando un "picoteo"  durante una tarde en zunga junto a mi esposa.
 
 
En un principio había desechado la idea de comprar una nueva prenda, casi todos los años lo hago como un ritual, ya que este año la pasión zunguera sería vivida “intramuros”, entre las 4 paredes del patio de mi casa, sin salir al exterior en alguna playa o piscina. Pero la tentación fue más grande y casi al final del verano, adquirí una muy cómoda prenda que próximamente les describiré y les recomendaré, algo así como un pequeño rito de renovación del interés y la pasión por nuestra querida prenda y sobretodo, por el disfrute del cuerpo, de la piel en contacto con lo elemental de la naturaleza: el aire, el sol, la tierra y el agua.
ZUNGUERO CHILENO: Yo y mi nueva zunga en el patio de mi casa.
 
 
Vuelvo eso sí, a la reflexión, a ese sentimiento de pesar por lo que estamos viviendo, en especial por aquellos que han partido o que están pasando grandes necesidades, y no dejar de sentirme agradecido, hasta ahora de mantener la salud y esperar que siga siendo así, para la familia de sangre y la familia zunguera que comparte sus experiencias y sus pasiones en estas páginas… 
ZUNGUERO CHILENO: Yo disfrutando del sol en zunga en casa durante esta pandemia.
 
 

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que hayas vivido?

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A seguir cuidándose amigos!!!! Y a pensar y compartir cómo puede estar presente la zunga en nuestra vida cotidiana y en tiempos de pandemia.Desde hace meses se me ocurrió escribir esta nota. Desde comienzos de la pandemia, cuando nos encerramos, creo que el pudor me lo fue impidiendo, ver el sufrimiento de mis compatriotas y de la humanidad entera, me ponía un freno, una alerta: cómo es posible que pueda describir estar viviendo un goce, en medio de esta tragedia?
Y bien, aquí estoy de nuevo, frente a estas líneas, entre esta autocensura por un lado, y la necesidad de compartir las vivencias zungueras, por otro.
Si bien este año no habrá playa, ya que sería una irresponsabilidad conmigo mismo y con la familia salir a exponerse de esa manera, viendo las playas y lugares turísticos y comerciales atiborrados de gente, si hay calor y con ellos las ganas y la oportunidad de andar en zunga todo el día
Quizás no mientras trabajo, no vaya a ser cosa que pase un chascarro como algunos de esos de las redes sociales, pero sí durante el resto del día para disfrutar del sol como siempre acostumbro
Así es que puedo decir que este año ha sido bastante zunguero, en el almuerzo, en el patio, con la familia o solo en el descanso. Un buen regalo para sacarse un rato la pandemia y en mi caso, sobre todo el estrés asociado al trabajo on line y la pantalla todo el día.
En un principio había desechado la idea de comprar una nueva prenda, casi todos los años lo hago como un ritual, ya que este año la pasión zunguera sería vivida “intramuros”, entre las 4 paredes del patio de mi casa, sin salir al exterior en alguna playa o piscina. Pero la tentación fue más grande y casi al final del verano, adquirí una muy cómoda prenda que próximamente les describiré y les recomendaré, algo así como un pequeño rito de renovación del interés y la pasión por nuestra querida prenda y sobretodo, por el disfrute del cuerpo, de la piel en contacto con lo elemental de la naturaleza: el aire, el sol, la tierra y el agua.
Vuelvo eso sí, a la reflexión, a ese sentimiento de pesar por lo que estamos viviendo, en especial por aquellos que han partido o que están pasando grandes necesidades, y no dejar de sentirme agradecido, hasta ahora de mantener la salud y esperar que siga siendo así, para la familia de sangre y la familia zunguera que comparte sus experiencias y sus pasiones en estas páginas… 
A seguir cuidándose amigos!!!! Y a pensar y compartir cómo puede estar presente la zunga en nuestra vida cotidiana y en tiempos de pandemia.