Veraneo y Covid-19: Cambios, incertidumbres y nuevas experiencias.

 

De alguna u otra forma el COVID-19 nos ha afectado a todos en algún grado. En mi caso, y al igual que a muchos, impidiendo poder ir a nuestro balneario favorito, mi Algarrobo querido; sin embargo, no me puedo quejar del todo, porque en mi casa tengo piscina, en la cual pude descansar en familia, además de planificar el viaje que afortunadamente si pudimos realizar.

 

En efecto, junto con mi esposa fuimos a vacacionar a San Pedro de Atacama. Claramente la decisión conjunta de cambiar de lugar de veraneo fue a raíz de la pandemia. Y aunque todo parece muy simple, sin embargo, estuvimos bastante preocupados que nuestro “Plan B” de viaje de vacaciones no llegara a concretarse. Esto debido al inesperado aumento de contagios en la zona y que pusieron en “Fase 1” a San Pedro de Atacama, lugar donde todo estaba reservado con mucha anticipación, temiendo que tendríamos que postergar nuestro viaje “quizás hasta cuándo”, lo que al final afortunadamente no ocurrió; así es que cuando el gobierno estableció el Permiso para Vacaciones lo tome con mucha alegría ya que tendríamos la oportunidad de poder salir de Santiago.

 

 

Ni mi señora ni yo conocíamos la zona y es realmente espectacular ya que a si bien es desierto, la belleza de todos los lugares que conocimos es indescriptible.

 

 

 

 El viaje lo hicimos los primeros días de marzo por una semana y nos hospedamos en el hotel NOI Casa Atacama, donde nos atendieron dando estricto cumplimiento a las medidas sanitarias y lo mejor de todo es que éramos de los pocos pasajeros, siendo la atención, realmente espectacular.

 

Así es que temprano tomábamos desayuno y posteriormente salíamos a recorrer todo lo que había que conocer, San Pedro mismo y todos sus lugares, ferias y restaurantes, Valle de la Luna, géiseres, volcanes e impresionante ver llover un día a raíz del invierno boliviano.

 

Así es que cuando llegábamos por la tarde, a “disfrutar en zunga” de una piscina generalmente para nosotros solos. 

Puedo decir de corazón: 

unas vacaciones realmente espectaculares.

Joaquín 

 

De alguna u otra forma el COVID-19 nos ha afectado a todos en algún grado. En mi caso, y al igual que a muchos, impidiendo poder ir a nuestro balneario favorito, mi Algarrobo querido; sin embargo, no me puedo quejar del todo, porque en mi casa tengo piscina, en la cual pude descansar en familia, además de planificar el viaje que afortunadamente si pudimos realizar.

 

En efecto, junto con mi esposa fuimos a vacacionar a San Pedro de Atacama. Claramente la decisión conjunta de cambiar de lugar de veraneo fue a raíz de la pandemia. Y aunque todo parece muy simple, sin embargo, estuvimos bastante preocupados que nuestro “Plan B” de viaje de vacaciones no llegara a concretarse. Esto debido al inesperado aumento de contagios en la zona y que pusieron en “Fase 1” a San Pedro de Atacama, lugar donde todo estaba reservado con mucha anticipación, temiendo que tendríamos que postergar nuestro viaje “quizás hasta cuándo”, lo que al final afortunadamente no ocurrió; así es que cuando el gobierno estableció el Permiso para Vacaciones lo tome con mucha alegría ya que tendríamos la oportunidad de poder salir de Santiago.

 

 

Ni mi señora ni yo conocíamos la zona y es realmente espectacular ya que a si bien es desierto, la belleza de todos los lugares que conocimos es indescriptible.

 

 

 

 El viaje lo hicimos los primeros días de marzo por una semana y nos hospedamos en el hotel NOI Casa Atacama, donde nos atendieron dando estricto cumplimiento a las medidas sanitarias y lo mejor de todo es que éramos de los pocos pasajeros, siendo la atención, realmente espectacular.

 

Así es que temprano tomábamos desayuno y posteriormente salíamos a recorrer todo lo que había que conocer, San Pedro mismo y todos sus lugares, ferias y restaurantes, Valle de la Luna, géiseres, volcanes e impresionante ver llover un día a raíz del invierno boliviano.

 

Así es que cuando llegábamos por la tarde, a “disfrutar en zunga” de una piscina generalmente para nosotros solos. 

Puedo decir de corazón: 

unas vacaciones realmente espectaculares.

Joaquín